Ni Grande ni Pequeño... ÁGIL
La diferencia no es el tamaño, sino la cultura de la organización
Cuando hablo habitualmente con colegas, empresarios o políticos sobre la temática de agilidad organizacional la charla comienza irremediablemente a girar entorno al tamaño que la entidad en cuestión tiene; las discusiones se dan respecto a temáticas tales como cantidad de empleados, otros aducen que es el tamaño de las sucursales, como estas cientos de oraciones de tipo cuantitativas que los distintos equipos o managment entienden que son las variables que nos determina la factibilidad de hacer o no hacer procesos ágiles.
Pero es ahí el gran tema de fondo, desde mi perspectiva el tema es de estricto orden cualitativo, por ello no radica en o mencionado con anterioridad, sino por el contrario en la variable cultural. Es decir en donde debemos trabajar y apuntar el cambio es a la gestación de una nueva cultura organizacional, es decir el desafío es cambiar el habito de cómo hacemos, pero sobre todo cómo pensamos las cosas, en síntesis sólo seremos ágiles si comprendemos que para ello debemos replantear nuestras formas de generar.
Es por ello que quiero compartir con ustedes los cincos grandes hitos con que una empresa debe comenzar a desarrollar una cultura ágil
1- El cliente al centro de nuestros procesos
2- Construir la cultura del Product Owner
Un cambio muy significativo es entender que ya no vendemos un producto final, por el contrario, prestamos un servicio para SIEMPRE el cual debe ser pensado no para el cliente sino con el cliente. Debemos construir una relación fluida y estrecha con aquel que será la voz del cliente, porque nuestro objetivo no debe ser realizar una venta sino por el contrario realizar muchas a ese cliente para satisfacer el constante cambio de las demanda que generara su nicho de mercado
3- Conducir no es mandar es persuadir
Desde el mismo momento que reclutamos a nuestros empleados, debemos buscar en ellos lideres y emprendedores desafiantes, ya no basta con que sus capacidades técnicas sean sobresalientes, si luego sus habilidades gerenciales son inexistentes, la agilidad depende en un alto grado de la proactividad y liderazgo de nuestros empleados. Si tu criterio es buscar empleados dósiles y reactivos, porque es más fácil manejarlos, mejor no apliques agilidad, sigue instrumentando los procesos tradicionales de desarrollo ya que tu quieres seguir siendo un jefe y no un líder que confía en tus empleados; tú solo quieres seguir mandando.
4- Deja de pensar en el alcance, vamos por el valor
Habitualmente cuando trabajamos con los métodos de desarrollo de proyectos tradicionales lo más importante es definir el alcance, por que de él se podrá desprender tanto el costo como la agenda. El eje sigue siendo el producto, esta vez a través de su alcance. En las metodologías ágiles lo importante es el valor, ya que deseamos una agenda de servicios permanentes con productos que mejoran según las demandas de nuestro cliente. Sobre el Valor se define la calidad y se estiman las restricciones.
5- No es un época de cambios, sino un cambio de época
Debes entender que el cambio hacia la agilidad no es un tema interno sino que por el contrario es un tema externo, vivimos en el mundo de los cambios permanentes, el no incorporar los modos ágiles de hacer es muy probable que te lleven al olvido, en un sistema donde lo único constante es el cambio. Lo rígido de los sistemas tradicionales se quedan sin respuestas para el paradigma de la velocidad del cambio en donde los productos nacen muertos.
La agilidad desafía a la forma de hacer tradicional... en realidad a lo que desafía es a tu forma de hacer tradicional. Se ágil, prepárate para el cambio permanente.
1- El cliente al centro de nuestros procesos
Esta nueva cultura debe tener en el centro de la escena al cliente o al ciudadano, mientras nosotros continuemos sin entender esto, no importa cuantos post it usemos o cuantos sprint creamos hacer, si el eje sigue siendo el sistema y el producto que nosotros creemos que necesita el cliente.
2- Construir la cultura del Product Owner
Un cambio muy significativo es entender que ya no vendemos un producto final, por el contrario, prestamos un servicio para SIEMPRE el cual debe ser pensado no para el cliente sino con el cliente. Debemos construir una relación fluida y estrecha con aquel que será la voz del cliente, porque nuestro objetivo no debe ser realizar una venta sino por el contrario realizar muchas a ese cliente para satisfacer el constante cambio de las demanda que generara su nicho de mercado
3- Conducir no es mandar es persuadir
Desde el mismo momento que reclutamos a nuestros empleados, debemos buscar en ellos lideres y emprendedores desafiantes, ya no basta con que sus capacidades técnicas sean sobresalientes, si luego sus habilidades gerenciales son inexistentes, la agilidad depende en un alto grado de la proactividad y liderazgo de nuestros empleados. Si tu criterio es buscar empleados dósiles y reactivos, porque es más fácil manejarlos, mejor no apliques agilidad, sigue instrumentando los procesos tradicionales de desarrollo ya que tu quieres seguir siendo un jefe y no un líder que confía en tus empleados; tú solo quieres seguir mandando.
4- Deja de pensar en el alcance, vamos por el valor
Habitualmente cuando trabajamos con los métodos de desarrollo de proyectos tradicionales lo más importante es definir el alcance, por que de él se podrá desprender tanto el costo como la agenda. El eje sigue siendo el producto, esta vez a través de su alcance. En las metodologías ágiles lo importante es el valor, ya que deseamos una agenda de servicios permanentes con productos que mejoran según las demandas de nuestro cliente. Sobre el Valor se define la calidad y se estiman las restricciones.
5- No es un época de cambios, sino un cambio de época
Debes entender que el cambio hacia la agilidad no es un tema interno sino que por el contrario es un tema externo, vivimos en el mundo de los cambios permanentes, el no incorporar los modos ágiles de hacer es muy probable que te lleven al olvido, en un sistema donde lo único constante es el cambio. Lo rígido de los sistemas tradicionales se quedan sin respuestas para el paradigma de la velocidad del cambio en donde los productos nacen muertos.
La agilidad desafía a la forma de hacer tradicional... en realidad a lo que desafía es a tu forma de hacer tradicional. Se ágil, prepárate para el cambio permanente.
Mgter Pablo J. Carricondo D.
Cultura Organizacional: "Sistema de supuestos y significados compartidos que, como la identidad, distingue a la organización de cualquier otra. Es una construcción social sobre la base de costumbres, aprendizajes, experiencias y tradiciones".
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